
La IA empresarial: claves para su adopción y utilidad
La inteligencia artificial (IA) empresarial es una realidad poco adoptada en algunas regiones del mundo. En España, por ejemplo, en 2023 solo el 11% de las empresas habían integrado tecnologías de IA y procesamiento de big data en sus sistemas de toma de decisiones. No es casualidad que las empresas más competitivas a nivel mundial suelen incorporar IA en sus procesos.
La IA empresarial implica integrar tecnologías que procesan conjuntos de datos heterogéneos para mejorar las funciones comerciales. Pero ¿cómo superar la reticencia a adoptar la IA en el ámbito empresarial? La reserva a adoptar la IA puede superarse si se entiende dentro de un marco realista de sus capacidades y limitaciones. La utilidad de la IA se mide según su capacidad para alcanzar objetivos, que se asocia con la optimización de funciones matemáticas que modelan procesos empresariales. La precisión de esta representación depende de la calidad y volumen de los datos. Procesos más complejos requieren más datos y fuentes variadas para una representación adecuada, aunque la precisión no depende solo del volumen sino también de la calidad de los datos.
La IA no puede reemplazar la intuición y el sentido común humanos en la toma de decisiones, pero esto no la hace inútil. Para aprovechar al máximo la IA, se necesita una representación precisa del proceso a modelar, es decir, datos suficientes y de calidad, además de un objetivo claro y medible, y una estrategia adecuada de implementación, incluyendo la selección correcta de algoritmos y su parametrización. En conclusión, la IA puede descubrir patrones ocultos en los datos, ayudando a tomar decisiones más precisas, informadas y ágiles.